En España hay entre 130.000 y 150.000 personas infectadas por el VIH, un 30% de ellas lo desconoce porque nunca se han hecho la prueba.
Ante esta situación, conocer tu estado serológico es un acto de responsabilidad con la salud de uno mismo y con la de los demás.
El test de VIH en saliva, no detecta el virus en sí mismo (que no está presente en la saliva), sino los anticuerpos que el organismo produce en respuesta a la infección. Estos anticuerpos pueden tardar hasta 3 meses en aparecer (A esto se le llama periodo ventana). Es por esto que la prueba no puede considerarse fiable si la última práctica de riesgo (Relación sexual desprotegida) ha sido hace menos de 3 meses.
El día 20 de octubre el equipo de ACCAS salimos a la calle a sensibilizar a la población Santanderina de la importancia de la realización de la prueba, repartimos información y material preventivo por la ciudad y también a la gente más joven de la Universidad de Cantabria (UNICAN).
En total repartimos 1100 folletos acerca de la importancia de la prueba, de la concienciación de la utilización del preservativo, de otras ITS…, además de 730 preservativos.
Con esta acción quisimos animar a la gente a que se acercaran a ACCAS, situada en Calle Ruiz Zorrilla, 12 a realizarse el Test de VIH en saliva de forma anónima, confidencial y gratuita y sin cita previa durante toda la jornada.
El preservativo femenino, condón femenino o condón vaginal es un método anticonceptivo de barrera de uso vaginal alternativo al preservativo masculino. Consiste en una delgada funda que se ajusta a las paredes de la vagina y se puede llevar puesto hasta 8 horas.
A diferencia del preservativo masculino no queda ajustado a tensión y por la humedad y temperatura propias de la vagina se adhiere cómodamente y su presencia es casi inapreciable.
¿Sabías que el preservativo femenino previene las enfermedades de transmisión sexual así como de embarazos no deseados?
¿CONOCES NUESTROS RECURSOS PARA MUJERES?
En ACCAS disponemos de numerosos recursos enfocados a la atención a mujeres, conócelos!
Reparto de material preventivo (preservativos y lubricantes) gratuito o a bajo coste; si trabajas en un piso o club, podemos programar una visita informativa y llevarte los materiales.
Pruebas rápidas de detección del VIH en saliva: anónima, confidencial y gratuita.
Trabajadora social con la que puedes consultar asuntos relacionados con servicios sociales, gestiones administrativas, solicitudes de subsidios, ayudas económicas y otros.
Servicios de búsqueda activa de empleo.
Psicóloga a la que puedes hacer consultas sobre sexualidad, trabajo sexual o cuestiones que te preocupan.
Pide cita en el teléfono:
657936295 a la atención de Eva. O si lo prefieres puedes escribirnos a: psicologa@accas.es
Las mujeres son más vulnerables a la infección por VIH debido a factores biológicos, socioeconómicos y culturales.
Empezamos esta entrada con la afirmación «La salud tiene género», es nuestra manera de reivindicar, a través de la información, de las diferencias sociales y culturales que existen en nuestra sociedad, que afectan directamente en la salud de las mujeres.
No podemos obviar las diferencias biológicas entre hombres y mujeres, en el plano biológico tenemos al menos dos veces más probabilidades que los hombres de que nos trasmitan el VIH a través del coito desprotegido, ya que la mucosa vaginal presenta mayor fragilidad.
El esperma tiene mayor capacidad infectiva que los fluidos vaginales y padecen más infecciones de transmisión sexual, muchas de ellas asintomáticas, lo cual aumenta el riesgo de transmisión por VIH .
A pesar de ello, los factores que pueden incidir más en la vulnerabilidad de las mujeres al VIH son de carácter social, económico y cultural. :
La desigualdad y la inequidad en las relaciones sociales, afectivas y sexuales, ponen a las mujeres en situación de riesgo.
Las desigualdades de poder y la dependencia económica condicionan asimismo la información, e influyen en la toma de decisiones en cuanto a la salud sexual.
El mayor aislamiento social de las mujeres las somete a una restricción tanto en el acceso a la información como a la hora de contrastarla.
Todos estos aspectos comportan un control limitado de los medios de prevención y dificultades en percibir el riesgo frente a las ITS y el VIH.
En definitiva debemos analizar con nuestras gafas violetas:
Cómo estas desigualdades determinan la exposición diferente a los riegos, accesos y beneficios de las actividades, información, recursos y atención sanitaria, así como a la consecución de sus derechos.
La manera en la que los roles, estereotipos, identidades y normas de género influyen en la salud de mujeres y hombres, encontrando la forma de abordar las desigualdades que surgen de esto.
Para concretar más, estos son algunas de las problemáticas más comunes en mujeres que viven con VIH.
En la esfera sexual, impacto emocional al diagnostico, miedo al rechazo, al abandono, temor a transmitir el virus, reticencias para compartir el diagnostico que en muchos casos conlleva a la abstinencia sexual que llega a normalizarse.
Cambios morfológicos en sus cuerpos, enfermedades como la lipodistrofia (acumulación de grasas en ciertas partes del cuerpo) las puede llevar a sentirse más inseguras menos atractivas por no adecuarse a los cánones actuales de belleza y en consecuencia menos autoestima con los problemas derivados de la misma.
Temor para ejercer su maternidad, en España una mujer con VIH puede tener un hijo/a sin trasmitirle la infección con los tratamientos y las medidas preventivas adecuadas.
Existe una relación entre VIH y violencia de género, las mujeres se culpabilizan de la transmisión, normalmente está asociado a una baja autoestima que nos puede llevar a soportar situaciones de violencia machista o perpetuarlas.
La cultura del cuidado tan interiorizada por las mujeres, conlleva que las mujeres tenga menos probabilidad de tener prácticas de riesgo con sus parejas que los hombres.
Este aspecto también influye en la manera que tenemos de cuidarnos, nos cuidamos para cuidar, no como prioridad individual con todos los aspectos negativos para nosotras que esto conlleva.
Y por ultimo, y no por ello menos importante, el tan idealizado amor romántico, las medidas de protección en las relaciones sexuales son identificadas como interferencias a la intimidad u obstáculos en la confianza.
En el caso de las adolescentes tienen más dificultades a la hora de negociar el sexo seguro, la falta de educación sexual e información veraz sitúa a las chicas en una situación de vulnerabilidad frente a los chicos.
Miriam Bustillo Oti Equipo técnico ACCAS 606 937 548 social@accas.es