Esa cosa llamada AMOR

¿Qué es el amor? ¿Qué es el enamoramiento? ¿Cuál es el papel del sexo en las relaciones amorosas? ¿Amor y dependencia son lo mismo?

Como todos los años, llega el 14 febrero y empezamos a preguntarnos si esto del Día de San Valentín es algo que nos apetece, es una celebración de amor y parejas, o tiene más que ver con los intereses de las grandes superficies y las marcas, que intentan hacernos creer que el mejor modo de demostrarle nuestro amor a la persona a la que amamos es regalándole un jersey o un perfume.

Seguro que en más de una ocasión os habéis preguntado por qué aparecieron las relaciones de pareja y qué tienen para que todos, en un momento u otro de nuestra vida, deseamos o anhelamos tener una. La sexóloga Elsy Reyes nos ayuda en uno de sus video blogs a conocer la importancia de las parejas, cuándo surgieron y por qué se mantiene este sistema a pesar del paso de los siglos.
¿Somos monógamos por naturaleza? ¿Por qué unimos sexo y amor?

Nuestra realidad sociocultural nos impone un modelo de socialización diferente a mujeres y hombres según las expectativas del rol de género, lo que influye en nuestra concepción del amor y de las relaciones.

img1 Pero, ¿qué es el amor? En realidad estaría mejor empezar por saber qué es el enamoramiento, ya que aunque creamos que es lo mismo, no es así.
El enamoramiento podríamos definirlo como un “terremoto” físico y emocional, sentimos una intensa atracción por una persona y nos revoluciona por completo, poniendo patas arriba nuestra percepción, nuestras emociones y nuestras conductas. Algunos autores lo definen como un estado transitorio de ilusión o incluso “estupidez”, ya que sólo percibimos aquello que nos gusta del otro, idealizamos a nuestra pareja y ese sentimiento es tan fuerte que inunda nuestros pensamientos y nuestra vida, todo hace que le recordemos y le tengamos presente. Nuestro cuerpo nos acompaña segregando unas hormonas que hacen que nos sintamos eufóricos, que se bajen nuestras barreras de autocontrol y nos dejemos llevar por la pasión.

Evidentemente, este estado no dura eternamente, sinceramente… si así fuera nos moriríamos por el gran desgaste físico y emocional que eso supone. Es aquí cuando entra en juego el amor, “empezamos a amar cuando dejamos de estar enamorados/as”. Salimos de nuestro ensimismamiento y empezamos a ser más realistas respecto a nuestra relación y a nuestra pareja; no sólo tiene virtudes, sino también defectos, al igual que nosotros/as, ya que sale a relucir nuestro carácter real, nuestros deseos y comportamientos habituales, el autocontrol y el interés real por conocer a la otra persona.

Amas a quien conoces y te enamoras de un perfecto desconocido/a.

Al contrario que el enamoramiento, el amor es un sentimiento apacible, que tiende a ser duradero y estable. Nuestro organismo nos ayuda segregando unas hormonas que nos permiten lograr esa sensación de calma y estabilidad que finalmente perseguimos en las relaciones de pareja; son la oxitocina, vasopresina y endorfinas, que están presentes en otras funciones tan importantes como el control del estrés y la potenciación de nuestro sistema inmunitario.

Evidentemente, todos amamos o hemos amado a alguien. Hay tantos tipos de amor como parejas, ya que cada una se acaba convirtiendo en una célula con sus particulares modos de comunicarse, relacionarse, quererse y resolver tanto los problemas como enfrentarse a nuevos logros u objetivos comunes.

img2No todos los amores son sanos, no todos nos permiten realizarnos y sentirnos realizados/as, no todos son capaces de potenciar el bienestar y amortiguar los momentos duros o los problemas. Hay un tipo de amor dañino y pernicioso, que puede instalarse en cualquiera de nosotros/as si no detectamos a tiempo las señales de alerta. Hablamos de la dependencia afectiva y las relaciones de poder o desigualdad, en las que uno de los miembros está por encima del otro, no le deja respirar, moverse, madurar, mejorar… es un amor vacío, que sólo produce frustración y dolor.
La semilla de este tipo de relación es lo que todos conocemos como “amor romántico”.
Pero… ¿A qué nos estamos refiriendo? ¿Es el amor romántico un enamoramiento perpetuo? ¿Se trata de un amor ciego y eterno? ¿Por qué es algo malo con el nombre tan bonito que le han puesto?

El ideal de amor romántico es eso que está presente en todas partes cuando nos hablan de amor: en las novelas, las películas, las series de televisión, la música, las revistas juveniles, los comentarios entre amigas… Dentro de este modelo hay una serie de pautas ideales acerca de la persona de la que hay que enamorarse, como debe ser la relación, qué conductas se pueden tener y cuáles no, etc. Estas pautas no dejan de ser los mismos estereotipos tradicionales, plagados de mitos y creencias, son los que han tenido que luchar hombres y mujeres desde el principio de los tiempos modernos. Si nos los creemos y los llevamos a la práctica, nuevamente caemos en la trampa e interiorizaremos que “el amor lo puede todo”, “me muero de amor por tí” y “el amor le hará cambiar”.

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Los mitos del amor romántico son social e históricamente construidos y los interiorizamos casi de forma inconsciente, por lo que influyen en nuestras creencias y nuestros actos aunque creamos lo contrario. Son tan peligrosos porque nos generan unas expectativas irreales respecto a las relaciones de pareja, y para conseguir alcanzarlas en ocasiones realizamos conductas que nos perjudican o que no son coherentes con nuestra forma habitual de pensar y comportarnos: el/la novio/a perfecto, la relación perfecta, la vida perfecta… “fueron felices y comieron perdices”.

A partir de la investigación que realizó la Fundación Mujeres en el programa «Andalucía Detecta», plantean 19 mitos, falacias y falsas creencias acerca del ideal de amor romántico que manejan los jóvenes que participaron en el estudio, aglutinándolos a su vez en 4 grupos. Su asunción supone un importante factor de riesgo para establecer relaciones de desequilibrio de poder en las parejas y generar situaciones de riesgo que pueden derivar en violencia de género.

  • “El amor todo lo puede”
  • “El amor verdadero predestinado”
  • “El amor es lo más importante y requiere entrega total”
  • “El amor es posesión y exclusividad”

Este es el documento completo, por si os interesa echarle un ojo.

img4Según este estudio, la juventud actual muestra una alta asunción del mito del amor verdadero predestinado, un mito que hace creer que el desarrollo personal está fuera de nosotras/os mismas/os, en otra persona que nos hará completas/os; si nos consideramos “la mitad de algo”, ponemos nuestro bienestar en manos de la otra persona, lo que puede llevar a posiciones de dependencia de la pareja.

Todos deseamos amar y ser amados… pero no a cualquier precio.

Las relaciones positivas son las que nos hacen sentir bien, nos ayudan a vivir y a crecer como personas; por tanto, son esas las que nos impulsan a seguir intentándolo, mejorando la comunicación y la expresión de nuestras emociones. Si una relación, de forma reiterada, nos hace sentir mal, lo más sano es dejarla, curar nuestras heridas y volver a intentarlo cuando estemos preparadas/os; podemos dar oportunidades infinitas a una relación o a una persona, pero… si ya ha fracasado previamente ¿qué nos hace pensar que todo va a cambiar por completo?

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